[...]La gratitud es el alma de la palabra "gracias".
Y se multiplica cada vez que eres capaz de ver, en lo cotidiano, un regalo: en la sonrisa
de un amigo, en una canción, en la comida,...
La gratitud te enseña a disfrutar más de la vida.
Es la entrada a la felicidad.
Cuando tenía diez años, mi abuela me dio un diario de gratitud y, al oído, me dijo:
- Yo tengo uno igual. Cada noche escribo en él las cosas por las que estoy agradecida.
Después, al colocarlo bajo mi almohada, sucede algo maravilloso: El contenido del diario
se mete en mis sueños para convertirse en el Palacio Feliz... y su felicidad me acompaña
durante todo el día siguiente.
¿Que hemos anotado hoy?
- Gracias a quienes han vertido su magia en este libro.
- Gracias a la persona que te lo ha regalado.
- Y, especialmente, muchas gracias a ti por emocionarnos.[...]